-INSOLITO ENJAMBRE TRASATLANTICO DE LANGOSTAS: Entre 3 y 5 millones de
años atrás, una gran multitud de langostas partió de algún lugar de
la costa occidental de África, y realizó un viaje sin parangón a
través del océano Atlántico, para colonizar el nuevo mundo, según
declaraciones de un equipo internacional de investigadores. El ADN
analizado vincula el linaje de los insectos del hemisferio occidental
con la langosta africana del desierto.
Utilizando evidencias genéticas de más de 20 especies de langostas,
los científicos de las universidades de Toronto, Arizona, Maryland,
Cornell y del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, han
solucionado un enigma que estaba pendiente de respuesta desde hace
mucho tiempo: ¿Por qué ciertos parientes muy cercanos de la langosta
africana del desierto (Schistocerca gregaria) están en América y no
en África?
La langosta del desierto es uno de los insectos más peligrosos desde
el punto de vista económico, a escala mundial, porque es capaz de
agruparse en grandes enjambres devastadores de cosechas.
El ADN demuestra que los ancestros de la langosta del desierto volaron
a través del Atlántico y dieron lugar a un grupo diverso de especies
en América. Cómo lograron hacer este inusitado viaje trasatlántico
no está claro aún, pues los insectos no tienen grasa suficiente como
para obtener la energía necesaria para un viaje que dura varios días.
Una hipótesis plantea que mientras las langostas hacían su
travesía, las que morían formaban enormes esteras flotantes de
cuerpos muertos. De este modo, las demás langostas podían descender
sobre estas esteras para descansar y alimentarse de los cadáveres,
despegando luego nuevamente para seguir su vuelo.
Otra posibilidad es que entre los millones de langostas que se
aglomeraban, había algunas con características excepcionales que se
las arreglaron de algún modo para sobrevivir durante el vuelo. Los
vientos a gran altitud habrían sido esenciales para los enjambres en
este caso. Un ejemplo moderno de este fenómeno es la travesía
realizada en octubre de 1998 por un enjambre de langostas del desierto,
que atravesó el Atlántico desde África hasta el Caribe.
Se utilizaron secuencias de ADN mitocondrial, obtenidas de muestras de
los poderosos músculos de las patas traseras de las langostas, para
reconstruir la historia evolutiva de las Schistocerca. El equipo de
científicos descubrió que el linaje de la langosta del desierto dio
origen a las más de 50 especies Schistocerca halladas en el hemisferio
occidental.
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