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viernes, julio 21, 2006

Noticias de la ciencia

-DESCUBREN 3 NUEVOS ASTEROIDES "TROYANOS" EN LA ORBITA DE NEPTUNO: Se
han detectado y verificado tres nuevos objetos, asteroides del tipo
"troyano", aproximadamente en la misma órbita que Neptuno. El hallazgo
sugiere que este planeta, al igual que su "primo" Júpiter, acoge nubes
muy pobladas de troyanos en su órbita, y que estos asteroides deben
compartir una procedencia común. El descubrimiento también eleva a
cuatro el total de troyanos conocidos de Neptuno.
 
 
  Los tres nuevos troyanos han sido descubiertos por investigadores del
Instituto Carnegie y el observatorio Gemini.
 
  El conjunto de troyanos de Neptuno es el cuarto grupo estable de
asteroides encontrado alrededor del Sol. Los otros son el cinturón de
Kuiper (ubicado justo después de Neptuno), los troyanos de Júpiter, y
el cinturón principal de asteroides (entre Marte y Júpiter). Las
evidencias sugieren que los troyanos de Neptuno son más numerosos que
los troyanos de Júpiter e incluso que los asteroides del cinturón
principal. Sin embargo, resultan muy difíciles de observar porque
están muy alejados del Sol. Los astrónomos, por tanto, requieren de
los mayores telescopios del mundo, equipados con cámaras digitales de
enorme sensibilidad, para detectarlos.
 
  Los asteroides troyanos se agrupan alrededor de uno de dos puntos
precediendo o siguiendo al planeta en su movimiento orbital, en
posiciones separadas de él unos 60 grados, y conocidos como puntos de
Lagrange. En estas áreas, la atracción gravitatoria del planeta y la
del Sol se combinan de un modo especial que mantiene a los asteroides
en órbitas estables y sincronizadas con la del planeta. El astrónomo
alemán Max Wolf identificó el primer troyano de Júpiter en 1906, y
desde entonces más de 1.800 de dichos asteroides han sido
identificados circulando a lo largo de la órbita del planeta. Debido a
que los asteroides troyanos comparten la órbita de un planeta, pueden
ayudar a los astrónomos a entender cómo se forman éstos y cómo
evolucionó el sistema solar.
 
  Los científicos suponían que otros planetas además de Júpiter
podían poseer troyanos, pero la prueba de ello no se obtuvo hasta
2001. Ese año, se localizó el primer troyano de Neptuno en el punto
de Lagrange que precede al planeta.
 
  Uno de los nuevos troyanos tiene una órbita que está mucho más
inclinada con respecto al plano orbital general del sistema solar que
los otros tres. Los métodos utilizados para observar los asteroides no
son sensibles a objetos tan apartados de ese plano principal, por lo
que es fácil que cuerpos así hayan pasado desapercibidos. La mera
existencia de este troyano sugiere que hay muchos más como él.
 
  Una gran población de troyanos de Neptuno con alta inclinación
descartaría la posibilidad de que fuesen asteroides primigenios
reposando allí como material sobrante de la formación planetaria
local. Esos asteroides primigenios locales deberían estar muy
alineados con el plano orbital general del sistema solar. Esas nubes
tan inclinadas probablemente se habrían formado de modo muy parecido a
como lo hicieron las nubes de troyanos de Júpiter: una vez que los
planetas gigantes se establecieron en sus órbitas alrededor del Sol,
cualquier asteroide que pasaba por la región troyana era capturado y
quedaba prisionero en esa órbita.
 
  Los cuatro troyanos conocidos de Neptuno presentan todos un tono
similar al rojo pálido, sugiriendo ello que su composición es
parecida por compartir un mismo origen e historia.
 
Información adicional en:
http://www.amazings.com/ciencia/noticias/210706a.html
 
 
 
  -RESUELTO UN ENIGMA DE 60 AÑOS DE ANTIGUEDAD SOBRE EL PLUTONIO: Un
equipo de científicos ha logrado encontrar la explicación para una
cuestión sobre la naturaleza del plutonio que seguía siendo un
misterio desde el Proyecto Manhattan, el que desarrolló la primera
bomba atómica.
 
 
  El plutonio se comporta como ningún otro elemento en la naturaleza.
Los enlaces entre sus electrones hacen que su estructura cristalina sea
irregular, de forma similar a la de un mineral, y su núcleo es
inestable, lo que produce que el metal se vaya desintegrando
espontáneamente con el transcurso del tiempo, dañándose la retícula
metálica circundante.
 
  Los primeros lotes del metal eran demasiado quebradizos para soportar
procesos convencionales de maquinado, debido a su citada estructura
cristalina semejante a la de los minerales. Para hacer mecanizable al
metal, era necesario lograr que a temperatura ambiente el plutonio
retuviera la estructura cúbica de alta simetría lograda a elevadas
temperaturas. Durante el Proyecto Manhattan, los científicos
consiguieron esto agregando una pequeña cantidad de galio.
 
  "Nunca hubo una explicación clara de por qué el galio lograba
estabilizar de ese modo la estructura del plutonio; los científicos
simplemente lo hicieron y funcionó", explica Kevin Moore, especialista
perteneciente a la División de Ciencia de los Materiales y Tecnología
del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore.
 
  Por primera vez, los investigadores han determinado por qué el galio
funciona. En el plutonio puro, los enlaces entre los átomos de
plutonio son muy irregulares, haciendo que el metal tenga una alta
propensión a adoptar estructuras de baja simetría. Sin embargo,
cuando un átomo de galio se coloca en la red cristalina del plutonio,
hace que los enlaces sean más uniformes y así lo lleva a la
estructura cúbica de alta simetría.
 
  El galio allana y nivela los enlaces del plutonio. Los cálculos
explican por qué el galio estabiliza la estructura cúbica y la hace
apta para el maquinado a temperatura ambiente.
 
  Los experimentos anteriores mostraban que la retícula del plutonio se
distorsiona cuando éste envejece, pero no había una explicación
clara de por qué ocurre esto. Los nuevos cálculos explican las
observaciones, mostrando que las distorsiones son la respuesta del
plutonio y sus enlaces desiguales al hecho de tener defectos producidos
en la estructura cristalina por su autoirradiación.
 
  El estudio ha sido realizado por Moore y sus colegas del Laboratorio
Nacional Lawrence Livermore, así como por Per Soderlind, Adam
Schwartz, y David Laughlin de la Universidad Carnegie Mellon.
 
  El equipo se prepara ahora para poner a prueba sus cálculos en el
laboratorio.
 
Información adicional en:
http://www.amazings.com/ciencia/noticias/210706b.html
 
 
 
  -NUEVOS HALLAZGOS GENETICOS SOBRE LOS NEANDERTALES: La recuperación y
secuenciación de ADN intacto de un espécimen especialmente antiguo de
neandertal, han permitido a los investigadores encontrar evidencias que
sugieren que la diversidad genética entre los neandertales era más
alta que lo estimado previamente.
 
 
  Los resultados también sugieren que la diversidad genética puede
haber sido más alta en los períodos más tempranos de la historia del
neandertal que en los más tardíos y cercanos a la llegada de los
humanos modernos a Europa.
 
  Los cambios en la diversidad genética con el paso del tiempo se
piensa que reflejan eventos poblacionales, como cuellos de botella por
baja población, causados por enfermedades o cambios medioambientales,
así como la influencia del cambio genético aleatorio.
 
  Los resultados han sido obtenidos por un grupo de investigadores
dirigidos por Catherine Hanni de la ENS (Ecole Normale Supérieur) en
Lyon, Francia.
 
  Los neandertales fueron los únicos representantes del género Homo en
Europa durante la mayor parte de los últimos 300.000 años,
habiéndose extinguido poco después de la llegada de los humanos
modernos al continente, hace alrededor de 30.000 años.
 
  Rastros de secuencias de ADN mitocondrial todavía presentes en huesos
fosilizados se habían usado en pasados estudios para tratar de
identificar y rastrear el legado genético potencial de los
neandertales entre los europeos modernos. Aunque tal continuidad
genética habría sido el sello del cruce entre los humanos modernos y
los neandertales durante su coexistencia europea, las secuencias del
ADN mitocondrial de los nueve especimenes de neandertal analizados
hasta la fecha, y que vivieron en el periodo aproximado de la
convivencia, no se corresponden con las encontradas en los humanos
modernos. Ello hace pensar que el cruzamiento fue pequeño, si es que
realmente tuvo lugar.
 
  Ésta es la secuencia de ADN mitocondrial más antigua recuperada de
un neandertal hasta el momento. El espécimen de neandertal analizado
consiste en un molar de un niño de 10 a 12 años de edad que vivió en
el valle del Mosa (en la cueva de Scladina, en Bélgica) hace alrededor
de 100.000 años.
 
  La razón para escoger un espécimen tan viejo fue simple: era
inequívocamente anterior al período en el cual los neandertales
cohabitaron con los humanos modernos, permitiendo comparar esta
secuencia con las de neandertales ya publicadas y considerablemente
más jóvenes.
 
  Hubo una segunda razón para seleccionar al molar de Scladina: fue
descubierto muy recientemente. Esto significa que todos los individuos
que han estado en contacto con él son conocidos y su ADN podría ser
secuenciado para descubrir cualquier posible contaminación de la
muestra del neandertal por ADN de humano moderno.
 
  La secuencia del neandertal de Scladina también confirma que
neandertales y humanos modernos fueron sólo parientes lejanos.
 
Información adicional en:
http://www.amazings.com/ciencia/noticias/210706c.html