Buscar este blog

lunes, febrero 06, 2006

Noticias de la ciencia

-MUCHO DEL PERMAFROST ARTICO CERCANO A LA SUPERFICIE PUEDE DERRETIRSE
HACIA EL 2100: El calentamiento global podría diezmar los primeros 3
metros o más del suelo permanentemente helado del Hemisferio Norte,
alterando ecosistemas, así como perjudicando edificios y carreteras en
numerosos puntos de Canadá, Alaska y Rusia.
 
 
  Nuevas simulaciones del Centro Nacional de Investigación Atmosférica
(NCAR) muestran que más de la mitad del área cubierta por esta capa
más superficial de permafrost podría deshelarse hacia el 2050, y
alcanzar un 90 por ciento para el 2100. Los científicos prevén que el
deshielo aumente la escorrentía hacia el Océano Ártico y descargue
inmensas cantidades de carbono en la atmósfera.
 
  El estudio, usando el modelo CCSM (Community Climate System Model), es
de los primeros en examinar el estado del permafrost en un modelo
global que incluye interacciones entre la atmósfera, el océano, la
tierra y el hielo marino, así como un modelo de suelo que describe la
congelación y el deshielo.
 
  "Otras personas han usado modelos para estudiar el permafrost antes,
pero no dentro de un modelo del sistema climático totalmente
interactivo", explica David Lawrence del NCAR, autor principal del
estudio. El coautor es Andrew Slater, del Centro Nacional de Datos
sobre Nieve y Hielo de la Universidad de Colorado.
 
  Cerca de un cuarto de la superficie terrestre del Hemisferio Norte
contiene permafrost, definido como suelo que permanece por debajo de 0
grados Celsius durante al menos dos años. El permafrost se caracteriza
típicamente por una capa de superficie activa, que se extiende desde
unos centímetros hasta varios metros de profundidad, que se deshiela
durante el verano y se congela durante el invierno. La capa de
permafrost más profunda permanece helada aún en el verano. La capa
activa responde a cambios en el clima, expandiéndose hacia abajo
cuando las temperaturas del aire en superficie suben. El permafrost
más profundo no se ha derretido desde la última edad del hielo,
10.000 años atrás, y no será afectado en general por el
calentamiento global en el presente siglo.
 
  No obstante, el calentamiento reciente ha degradado grandes secciones
de permafrost superficial en Alaska central, con bolsas de suelo que se
derrumban cuando el hielo dentro de ellas se funde. Los resultados
incluyen carreteras deformadas, casas desestabilizadas y "bosques
ebrios" (zonas con árboles que se inclinan a ángulos increíbles). En
Siberia, se han producido ya daños significativos en instalaciones
industriales. Pérdidas más amplias de permafrost podrían amenazar
incluso a las pautas de migración de animales tales como el reno y el
caribú.
 
 
 
 
  -AURORA BOREAL EN RAYOS X: En una rara observación, un equipo de
científicos ha examinado la región polar norte de la Tierra con el
Observatorio Chandra de Rayos X de la NASA. Los resultados muestran que
la aurora boreal, o "luces del norte", también danza en rayos X,
creando arcos cambiantes luminosos en esta parte del espectro sobre la
superficie de la Tierra.
 
 
  Aunque otras observaciones por satélite habían descubierto
previamente rayos X de alta energía provenientes de auroras
terrestres, las últimas observaciones del Chandra revelan radiación X
de baja energía por primera vez durante la actividad de auroras.
 
  Los investigadores, liderados por Ron Elsner del Centro Marshall de
Vuelos Espaciales de la  NASA, en Huntsville, Alabama, usaron el
Chandra para observar la Tierra 10 veces en un período de cuatro
meses. Las imágenes fueron creadas a partir de exploraciones de unos
20 minutos durante las cuales el Chandra apuntó a un punto fijo en el
cielo, y el propio movimiento de la Tierra llevó las regiones que eran
escenario de auroras al campo de vista del observatorio.
 
  Desde la superficie de la Tierra, se aprecia como las auroras cambian
de modo espectacular con el tiempo, y éste es también el caso en los
rayos X. En algunas de las imágenes preparadas por el equipo de
investigadores, los rayos X captados por las observaciones del Chandra
se han sobrepuesto a una representación aproximada de la Tierra,
mostrando de manera clara su alcance.
 
  Las auroras se producen por tormentas solares que arrojan nubes de
partículas cargadas de alta energía. Estas partículas son desviadas
cuando encuentran el campo magnético de la Tierra, pero en el proceso
se crean grandes voltajes eléctricos. Los electrones atrapados en el
campo magnético de la Tierra son acelerados por estos voltajes y se
mueven en espiral a lo largo de las líneas de fuerza del campo
magnético en las regiones polares. Allí chocan con los átomos de la
atmósfera a gran altura y emiten los rayos X. El Chandra también ha
observado una sorprendente actividad de auroras en Júpiter.
 
  El Dr. Anil Bhardwaj es el autor principal de un informe científico
que describe y analiza estos resultados. Él fue investigador de este
proyecto y trabajó con el Dr. Elsner del Centro Marshall mientras se
llevaba a cabo esta investigación.

No hay comentarios.: